Carácter del Dobermann

COMO ES EN REALIDAD UN DOBERMANN

El dobermann será lo que su dueño quiera que sea. Es un perro altamente sensible que capta desde el principio lo que su dueño quiere de él. Todas las ventajas que como raza nos ofrece y todos los problemas que pueden surgir se deben el 90% a errores cometidos por el dueño en la educación básica que se da al perro desde que es cachorro hasta que es adulto, bien sea por una despreocupación y falta de dedicación al animal o bien porque en el afán de enseñarle y de someterle (no vaya a ser que luego se ponga rebelde) se ha pasado y ha querido adelantarse a lo que el perro era capaz de asimilar a una edad determinada forzándole y en consecuencia confundiéndole. El rasgo como raza siempre estará presente; la forma en que este rasgo se exprese dependerá siempre del trato que se dispensa al perro y a la forma de ser de su dueño y de las personas de su entorno.

El DOBERMANN es un perro muy personal con ello quiero decir que es un perro hecho para convivir estrechamente con personas y que lo único que le importa en este mundo es su gente. Le trae sin cuidado la casa, la fábrica, la tienda o el coche y si defiende estas propiedades es únicamente porque las asocia con sus dueños, no por el instinto de vigilarlas en si. Su instinto de defensa y de protección hacia los suyos es muy alto y es algo innato en el DOBERMANN; algo que no hace falta enseñarles; algo que corre por sus venas. Ningún ruido en la escalera de tu piso le pasara desapercibido. Si estás en casa préstale la atención debida pues con ello estás dando tu apoyo y tu aprobación y así sabrá que hace bien. No le digas “cállate perro”; sólo conseguirás que a la larga te considere incompetente en la custodia de tus propiedades o bien a la larga dejará de vigilar porque entiende que no quieres que lo haga.

El DOBERMANN te ofrece muchas ventajas: vigila tu casa y es un gran disuasor para los ladrones, vigila tu persona fuera de casa pues raramente un atracador se atreve a acercarse a alguien que vaya acompañado de un DOBERMANN. Si tienes una tienda el perro te protegerá ante un asaltante y además suele correr la voz entre esa gente que es preferible dejar de hacerte una visita porque en tal sitio hay un DOBERMANN. Si llevas el perro al parque cuando vas con los niños no tengas miedo que nadie se les acercará con malas intenciones.

Pero hay otra cara de la misma moneda; si vives en la ciudad y dejas al DOBERMANN solo toda la semana en el chalet, donde pasas únicamente los sábados y domingos con la intención de que lo guarde, lo más probable, y sobre todo si es joven, es que no vigile como tú creías. Si un ladrón pasa por la verja de tu chalé cada día y habla con el perro pasando un rato con él haciéndole sentir que tiene un amigo, al cabo de poco tiempo el perro dejará que el ladrón entre en tu casa.¿Por qué? .Pues sencillamente porque los lazos personales que le unen a ese ladrón son más fuertes que los que le unen a esas personas que solo vienen una vez por semana. Para él el ladrón ha asumido el rol de amigo. Evidentemente no pasa lo mismo si el perro va y viene contigo de la ciudad al chalet, pues así vigilará tanto un sitio como otro.

También cómo no, una de las características más marcadas del DOBERMANN eso afectuosidad, pues es uno de los perros más cariñosos y mimosos que hay; él siempre quiere estar al lado de su amo. Te seguirá todas partes: al baño, a la cocina, al jardín… Cuando regreses de la compra o de la oficina su alegría será inmensa y te cubrirá de besos con un júbilo tal que si te descuidas te tirará. Cuando estés en el sofá no se pondrá en la otra punta sino que tendrá la cabeza encima de tus rodillas, o estará echado en el suelo con su cabeza en tus pies si es así como le has enseñado. Al despertarse por la mañana, irá enseguida a verte estés donde estés en la casa a veces incluso “sonriendo” (sí es cierto que los DOBERMANN sonríen con la boca cerrada pero enseñando toda la dentadura de delante y a veces solo levantando un poco en labio),a veces trayéndote alguno de sus juguetes preferidos… Cuando estés echado en una hamaca tomando el sol en pleno verano, el DOBERMANN estará allí, a tu lado, aguantando el calor mientras que otros perros suelen buscar un sitio más fresco en la sombra. Con ello quiero decir que el DOBERMANN no es un perro adecuado para tenerlo apartado en el garaje, en el jardín, en una jaula y mucho menos para dejarle solo para que vigile una finca; el DOBERMANN quiere estar contigo, con la familia; quiere ir en el coche cuando salís (te lo vigilará); quiere salir de vacaciones con la familia (se adapta perfectamente al camping, al hotel y a viajar en si). Y quiere estar presente cuando hay visitas, pues por una parte le encanta que haya gente que le haga caso, que le rasque la cabeza y por otra se siente útil porque al mismo tiempo puede velar para que ninguna de esas personas vaya a hacer daño a alguien de su familia. Otra cosa que todos los DOBERMANN tienen en común es que están dispuestos a todo con tal de estar contigo y complacerte. Esto se refleja no solo en su comportamiento como un perro activo y deportivo que lo hace ideal para jugar, pasear y salir a correr, sino también para estar echado en casa tranquilamente haciendo una siesta en el sofá o echado a tus pies. Se adapta perfectamente a lo que tú quieras hacer. Muchas personas que han de pasar horas en la carretera visitando clientes, se lo llevan en el coche todo el día. El perro estará encantado con ese ritmo de vida y, enseñado, nunca destrozará nada en el coche cuando se quede solo.

Aparte de que su máxima aspiración es la de servirte en todo, por lo que somete su voluntad a la tuya en todo momento, es también un perro con una gran resistencia al dolor físico. Esto es algo que queda patente por ejemplo en la clínica veterinaria. Si bien a muchísimos perros de otras razas es imprescindible ponerles un bozal para poder cortarles las uñas, el DOBERMANN lo aguanta estoicamente porque tú le sujetas y le mandas estar quieto ahí. Si tú, en tu rol de amo amigo y líder, decides que eso es lo que hay que hacer, el DOBERMANN lo acepta perfectamente.

Al DOBERMANN le encanta jugar con los niños Los he visto jugando revolcándose con niños en la playa; los he visto sentados al lado del niño en el sofá; los he visto participar con el morro en algún juego con cochecitos en el suelo con todos los niños de la casa o disputándose algún juguete. El DOBERMANN es el compañero ideal y defensor para el niño que está solo y un niño más pero responsable.

Pero si bien el DOBERMANN quiere jugar, no es ningún juguete. Hay que enseñar a los niños a respetar al perro y esto es algo que no todos los padres entienden. Un perro de la raza que sea, tiene un límite de lo que puede aguantar si le tiran de los bigotes, si le atan cosas a la cola, si le hacen daño y muchísimas cosas más que he visto hacer a los niños con los perros. Aún así el DOBERMANN es un perro sufrido y no he conocido a ninguno que haya hecho daño sus compañeros pequeños, por mal que estos le trataran, y esto es particularmente cierto con los niños más pequeños. El DOBERMANN no le morderá nunca; en todo caso le dará un empujón con el morro, con lo que el niño pierde el equilibrio y se cae sentado, o en todo caso se irá lo más lejos posible de ese pequeño monstruo que le ataca con el martillo de juguete que acaban de regalarle por su cumpleaños. Al niño de unos 7 años en adelante le aguantará algo menos, pues el DOBERMANN opinará que a esa edad el niño debería saber comportarse mejor. No le morderá pero le plantará cara y seguramente le gruñirá para disuadirlo. Los padres no deben jamás apoyar al niño que maltrata a un perro, si no aleccionarle bien, dándole una buena reprimenda. Si riñen al perro (de cualquier raza) estarán cometiendo una gran injusticia con él y confundirán al perro que no hacía más que lo que los padres tenían que haber hecho y lo que el perro habría hecho con su propia especie: enseñarles a comportarse y a respertar y querer a los animales.

Hablando de justicia, una de las cosas más evidentes del carácter de todos los dobermann que he conocido ha sido su marcado sentido de la justicia. Si hacen algo mal lo saben y aceptan el castigo con resignación, pero no encuentran justo que les castigues por algo que no han hecho o a deshora cuando ya no se acuerdan de haberlo hecho. La justicia es un rasgo en innato en casi todos los animales de todas las especies, posiblemente con la excepción de los seres humanos, que están condicionados ya desde pequeños a dejarse llevar más por sus intereses que por el instinto de jugar limpio. El perro tratado con justicia y cariño no ofrecerá ningún problema.

También son muy jerárquicos y cada uno en la casa, personas y perros tiene para ellos su lugar en el orden de mando. Si hay un ruido, el perro líder irá a investigar; ladrará e irá en busca de su dueño. Los demás, según su posición dentro de la tribu, formarán fila detrás de aquél. A ningún cachorro se le ocurriría dar el más mínimo ladrido en presencia de su madre, porque ésta le pondría en su sitio de inmediato. En cambio, si la madre no estuviera presente, el cachorrito haría exactamente lo que ella le había enseñado, dando unos ladridos brabucones, que en el fondo no son más que un grito de socorro para que alguien más capacitado, perro o persona venga a tomar el relevo ante el problema.

Pero si realmente el dobermann es tan bueno, y lo es, de dónde ha venido esa fama de perro asesino o de perro que muerde a su amo?. Es cierto que el DOBERMANN fue utilizado en la primera Guerra Mundial y también en la segunda, tanto por los alemanes como por los aliados. Es cierto que se usaba para tener controlados a los prisioneros de Guerra en los campos de concentración pero también se usaban pastores alemanes. rottweilers o incluso airedales para estas mismas tareas y nadie habla de estos tan acaloradamente. Es indiscutible que parte de su fama proviene de las películas en las que se necesitaba la imagen de un perro fiero, pero con un poco de sentido común, podremos reconocer que un perro actor no puede ser un perro descontrolado, si no que ha de ser todo lo contrario. Si se usa el DOBERMANN para estas tareas, es porque es relativamente fácil enseñarle lo que se quiere de él en un momento dado, y por qué hará lo que sea con tal de complacer a su amo o a su adiestrador. ¿O acaso alguien ha llegado a creer que se ha elegido un perro endiablado y fuera de todo control para que destrozar al protagonista de verdad?

El aspecto del perro también contribuye a esa imagen de fiereza: es grande, fuerte, negro, con orejas tiesas, una expresión de alerta y una gran boca llena de dientes fuertes blancos. En los Estados Unidos el DOBERMANN es el perro más utilizado para vigilar los grandes almacenes de noche y no me cabe la menor duda que cualquiera que se haya visto enfrentado a un DOBERMANN por haber entrado a robar, no se olvidará nunca de la impresión…

Si bien el dobermann se adapta a cualquier circunstancia con tal de estar con su dueño, no es un perro particularmente flexible, sobre todo el macho y una vez haya aprendido que las cosas van de una manera determinada, cuesta bastante hacerle comprender que las circunstancias han cambiado y que por lo tanto hay que plantear unas modificaciones en sus hábitos. Él podría considerar estos cambios como una pérdida de su posición en el escalafón de la jerarquía o bien como una injusticia, pero todo es cuestión de tener paciencia y demostrarle que no es así. Si esto se lleva a cabo con cariño y perseverancia, lo entenderá y al poco tiempo se habituara a ello.

Todo radica en la educación que se le da, en el ambiente en el que vive y en lo que intuye que su dueño espera de él. Dejando aparte la personalidad propia de cada ejemplar, que es algo que se forma mediante la herencia y las condiciones de su crianza, todo lo demás dependerá del trato que se le dé al perro como individuo, de su sociabilización, del entendimiento con su dueño, de su integración en la familia y sobre todo de cómo son las personas a su alrededor. El dueño agresivo, aún cuando no lo aparente, y éstos suelen ser los peores porque tienen una agresividad contenida, normalmente tienen un perro agresivo, mientras que el dueño afable suele tener un perro afable. No en vano se ha dicho que los dueños y sus perros se parecen.

Los Dobermanns son perros dóciles, cariñosos, amantes de los niños y fieles guardianes.